Un fin de semana me fui con mis amigos Lucas, Andrés y Luís de campamento a la casa de un amiguito a dormir. Armamos la carpa. Había luna llena y muchos árboles. Hicimos una fogata, un fogón, y cantamos canciones y jugamos a las cartas.
Nos dormimos a las tres de la mañana. Sentimos unos fuertes aullidos y gritamos. Hicimos ta-te-ti para ver quién salía. Y salí yo.
Salí muy asustado y vi que las sombras eran las sombras de los árboles iluminados por la luna. Entonces les dije que salieran porque todo fue un susto.
Nos dormimos y seguimos viendo las sombras pero ya no teníamos miedo. Los aullidos tenebrosos se producían por los perros de la vecina. Las sombras tenebrosas eran producidas por las sombras de la luna y los árboles.
Al amanecer fuimos a McDonald’s. Mi papá nos invitó a comer una hamburguesa y aceptamos. La comimos y nos encantó. Fuimos a la plaza y nos quedamos hasta las cinco y media de la tarde. A las seis menos veinte fuimos a Café Sur y comimos pollo con sal, tomate y lechuga. Me gustó mucho. Nos fuimos a casa de mi amigo, jugamos a
1 comentario:
hola carlos corto pero bueno el cuento me re entreteni y bueno nada besos cuidate
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