sábado, 3 de mayo de 2008

NOBLEZA OBLIGA

El año pasado le pedí a Bautista Marrero que me envíe por mail un cuento que salió como resultado de una tarea enviada más o menos a esta misma altura del año.
Hoy, casi un año después, por fin me lo envió.
Nobleza obliga: publicamos el cuento. La consigna era escribir acerca de un gaucho que quiere tomar mate pero no tiene yerba.
He aquí uno de los casi noventa resultados.

UN GAUCHO COMPLICADO

x Bautista Marrero

En una estancia muy lejana, donde los ruidos de la ciudad no se escuchaban vivía un gaucho solitario con mucha sed.

Pero se dio cuenta de que si tomaba mucho mate su sed se calmaría. Así fue que volvió a la casa, puso el agua a calentar tomó el mate y su bombilla, busco la yerba pero no la encontró...

La buscó primero en la cocina y con un clavo que salía de la mesa se enganchó el poncho y se le descoció, en la cocina nunca la encontró.

Luego fue a la despensa, revolvió todo y no la encontró. Lo que sí encontró fue un charco de agua con el que se patinó, y un poco se golpeó.

Salió de la casa, fue al galpón: buscó, buscó y no la encontró, lo que sí encontró fueron muchos ratones y uno le robó su bota y se la llevó.

Después fue al silo, abrió la puerta pensando que estaba vacío y que allí estaba la yerba desde el día en que lo limpió, pero se olvidó que el silo estaba lleno, y todo el grano de maíz le cayó encima.

Ya resignado, volvió a la casa, abrió la puerta, entró con mucho cuidado y ahí la vio. La yerba estaba sobre la chimenea.

¡Claro! Ahí había tomado mate la última vez .Ya estaba todo solucionado, pero...

¿Dónde había dejado el mate?

Entonces decidió dejar la mateada para otro día…

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