martes, 9 de octubre de 2007

CARLOS PÉREZ KÜPER un fin de semana de locos

Un fin de semana me fui con mis amigos Lucas, Andrés y Luís de campamento a la casa de un amiguito a dormir. Armamos la carpa. Había luna llena y muchos árboles. Hicimos una fogata, un fogón, y cantamos canciones y jugamos a las cartas.

Nos dormimos a las tres de la mañana. Sentimos unos fuertes aullidos y gritamos. Hicimos ta-te-ti para ver quién salía. Y salí yo.

Salí muy asustado y vi que las sombras eran las sombras de los árboles iluminados por la luna. Entonces les dije que salieran porque todo fue un susto.

Nos dormimos y seguimos viendo las sombras pero ya no teníamos miedo. Los aullidos tenebrosos se producían por los perros de la vecina. Las sombras tenebrosas eran producidas por las sombras de la luna y los árboles.

Al amanecer fuimos a McDonald’s. Mi papá nos invitó a comer una hamburguesa y aceptamos. La comimos y nos encantó. Fuimos a la plaza y nos quedamos hasta las cinco y media de la tarde. A las seis menos veinte fuimos a Café Sur y comimos pollo con sal, tomate y lechuga. Me gustó mucho. Nos fuimos a casa de mi amigo, jugamos a la Play Station 2 e hicimos toda la tarea para tenerla lista para mañana. Mi papá preparó las bolsas de dormir para que podamos dormir devuelta. Estábamos preparándonos para ir a dormir. Nos pusimos los piyamas y comimos unos serenitos cada uno cuando llegó la hora de dormir. Y al otro día fuimos al cole contándoles a todos nuestros compañeros lo que nos pasó esa noche.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola carlos corto pero bueno el cuento me re entreteni y bueno nada besos cuidate