Un señor que se llamaba Juan quería matar al monstruo marino.
Pero cada vez que se estaba por subir al barco le daba miedo.
Un día estaba caminando por la calle y vio a unos hombres que estaban hablando de ir al océano a matar al monstruo marino.
El sábado Juan les preguntó si podía ir con ellos a matarlo.
Cuando Juan subió al barco no le dio miedo y después de navegar mucho llegaron al océano y esperaron hasta que llegara el monstruo y para no aburrirse se pusieron a pescar.
Juan sacó una piedra que valía mucha plata y en ese momento apareció el monstruo y se comió a uno, pero Juan dijo “no es el monstruo marino, es el hijo” y atacaron al hijo y lo mataron.
Después cuando estaban volviendo y era de noche, se fueron a dormir y Juan los asesinó para quedarse con la piedra, tiró los cadáveres al océano y volvió solo.
Un día se despertó y como el vivía al lado de la playa, vino el monstruo marino a vengar la muerte de su hijo y a recuperar la piedra.
Juan se arrepintió de todo lo que había hecho.
Iñaki Unamunzaga
1 comentario:
eh flogger muy bueno tu cuento
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