Un día Juana y Pablo decidieron ir a navegar, salieron sin rumbo. La idea era conocer gente nueva y un lugar distinto.
Navegaron hasta llegar a un lugar donde todo era verde, las personas, los animales, las casas y las plantas.
Sorprendidos por todo lo que veían, les dio curiosidad por saber el nombre del lugar donde habían llegado.
Entonces empezaron a preguntar.
Le preguntaron a un hombre:
-¿Señor, cómo se llama este lugar?
El señor les respondió:
-La verdad, no tengo idea.
Siguieron caminando, hasta que encontraron a una señora que tenía hasta el pelo verde.
Le preguntaron:
-¿Señora, usted nos podría decir cuál es el nombre de este lugar?
La mujer les respondió:
-¿Nombre? No sé, nosotros todos tenemos nombre. Yo me llamo Aurora. Pero no sabíamos que el lugar donde uno vive también puede tenerlo.
Muy interesada por el tema, le dijo a Juana y a Pablo que a todos los habitantes del lugar les encantaría que tenga un nombre, entonces les pidió ayuda para reunirlos y entre todos elegirlo.
Se les ocurrió poner carteles de otro color invitando a todos a la plaza a elegir el nombre del lugar donde vivían.
Llegó el día y la plaza se llenó. Pensaron mil nombres pero el que ganó fue “Green Day”.
Entre todos, llenos de alegría, empapelaron el lugar con el nombre y les pidieron a Juana y a Pablo que se quedaran a vivir con ellos porque también eran parte de “Green Day”.
Julián Macarrone
1 comentario:
JULI: me encanto tu cuento es el mejor.
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